Existen diversos tipos de Depresión en el Adulto Mayor que se caracterizan por una sintomatología particular. Este trastorno mental se puede presentar en un cuadro leve, moderado o grave.
Los adultos mayores corren un mayor riesgo de desarrollar enfermedades mentales debido al efecto acumulativo de numerosos factores de riesgo, como las enfermedades crónicas y el aislamiento.
Aunque todos nos sentimos tristes, de mal humor o decaídos de vez en cuando, algunas personas experimentan estos sentimientos de forma intensa, durante largos periodos de tiempo (semanas, meses o incluso años) y a veces sin ninguna razón aparente.
La depresión en el adulto mayor es algo más que un estado de ánimo bajo: es una afección grave que repercute en la salud física y mental.
Sin embargo, no hay pruebas de que el envejecimiento en sí mismo sea un factor de riesgo para la depresión en el futuro.
Se cree que las tasas de depresión entre las personas que viven en centros residenciales para adultos mayores de edad son mucho más elevadas que en la población general: alrededor del 30%.
Una de cada seis mujeres y uno de cada ocho hombres sufrirán depresión en algún momento de su vida. Todavía no se conocen los índices exactos de depresión en adultos mayores. Sin embargo, se cree que entre el 10% y el 15% de las personas mayores de 65 años en América sufren depresión.
Detectar a tiempo la Depresión en el Adulto Mayor
La depresión no suele reconocerse ni detectarse bien en las personas mayores. Síntomas como la tristeza, los problemas de sueño y apetito o los cambios de humor pueden ser descartados como parte “normal” del envejecimiento. Te invitamos que conozcas un poco más sobre este trastorno leyendo nuestros artículos de psicoeducación.
Síntomas como la falta de concentración y las dificultades de memoria pueden confundirse con otras enfermedades, como la demencia.
La depresión puede reducir la calidad de vida de una persona y sus relaciones con los amigos y la familia.
La depresión severa es un factor de riesgo de pensamientos suicidas. La tasa de suicidio más alta en la población masculina es la de los mayores de 85 años.
Reconocer los Tipos de Depresión en el Adulto Mayor
La depresión entre los adultos mayores puede pasar desapercibida con facilidad cuando se trata de un tipo leve (o distimia). A las personas mayores les puede resultar difícil reconocer o hablar de sus sentimientos de tristeza o depresión y puede que no pidan ayuda.
Los síntomas de la depresión que serían preocupantes en una persona más joven, como el insomnio o el retraimiento social, pueden ser ignorados en las personas mayores como si se tratara de un “envejecimiento”.
La depresión puede afectar a la memoria y la concentración, sobre todo en el adulto mayor. A veces se da por sentado que los problemas de memoria o concentración se deben a los cambios de pensamiento relacionados con la edad, y no a la depresión.
Por lo tanto, es importante pensar de forma proactiva en la posibilidad de una depresión y evaluar si puede estar presente.
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Síntomas de la depresión en el Adulto Mayor
La depresión afecta a la forma de pensar, sentir y actuar de las personas; más aún del adulto mayor que ya carga con una cierta degeneración cognitiva producto de su edad.
En el tipo de depresión leve y moderada, el adulto mayor puede perder el interés por las cosas que normalmente disfruta. Pueden carecer de energía, tener dificultades para dormir o dormir más de lo habitual. Algunas personas se sienten irritables y a otras les cuesta concentrarse.
La depresión hace que la vida sea más difícil de llevar en el día a día.
Una persona mayor puede estar deprimida si, durante más de dos semanas presenta algunos de los siguientes síntomas:
- se siente triste, deprimida o miserable la mayor parte del tiempo, o
- ha perdido el interés o el placer por la mayoría de sus actividades habituales, y
- ha experimentado varios de los signos y síntomas en al menos tres de las categorías siguientes.
Los sentimientos pueden incluir:
- mal humor o irritabilidad, que puede presentarse como ira o agresividad
- tristeza, desesperanza o vacío
- sensación de agobio
- inutilidad
- culpabilidad.
Los pensamientos pueden verse afectados por
- indecisión
- pérdida de autoestima
- comentarios negativos como “Soy un fracaso”, “Es mi culpa” o “No vale la pena vivir”
- preocupación excesiva por la situación económica
- percepción de un cambio de estatus en la familia
- pensamientos frecuentes sobre la muerte y el fallecimiento
- pensamientos suicidas
Los síntomas conductuales incluyen
- ralentización general o inquietud
- abandono de las responsabilidades y del cuidado personal
- alejamiento de la familia y los amigos
- comportamiento fuera de lo normal
- disminución de la capacidad de funcionamiento en el día a día
- confusión, preocupación y agitación
- incapacidad de encontrar placer en cualquier actividad
- negación de los sentimientos depresivos como mecanismo de defensa
Los síntomas físicos incluyen
- problemas de memoria
- dormir más o menos de lo habitual
- sensación de cansancio permanente
- lentitud de movimientos
- dolores de cabeza, de espalda o de cabeza inexplicables
- trastornos digestivos, náuseas, cambios en los hábitos intestinales
- agitación, retorcimiento de las manos, ritmo de vida
- pérdida o cambio de apetito
- pérdida (o aumento) de peso significativo
Es importante tener en cuenta que todo el mundo experimenta algunos de estos síntomas de vez en cuando y no significa necesariamente que la persona esté deprimida. Del mismo modo, no todas las personas que experimentan una depresión presentan todos estos síntomas.
Además, el adulto mayor puede utilizar un lenguaje diferente para referirse a su depresión. En lugar de describir la “tristeza”, por ejemplo, pueden hablar de “sus nervios”.
Adultos Mayores con riesgo de depresión
Aunque no se conoce la causa exacta de la depresión, hay una serie de cosas que pueden estar relacionadas con su desarrollo. Por lo general, la depresión no es el resultado de un único acontecimiento, sino de una combinación de vulnerabilidad biológica, personalidad, experiencias vitales y acontecimientos recientes, especialmente los que implican una pérdida.
Algunos factores que pueden estar asociados al desarrollo de Tipos de Depresión en el Adulto Mayor son:
- antecedentes familiares de depresión
- factores de personalidad (por ejemplo, si la persona es autocrítica o negativa, se preocupa mucho o es perfeccionista)
- experiencias vitales difíciles
- relaciones abusivas o poco afectuosas
- problemas graves de salud física, incluido el dolor crónico
- pérdida de independencia
- consumo de drogas y alcohol
En las personas mayores, la depresión puede producirse por diferentes motivos, pero las enfermedades físicas o las pérdidas personales son desencadenantes habituales.
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Los factores que pueden aumentar el riesgo de que una persona mayor desarrolle una depresión son:
- un aumento de los problemas de salud física o de las afecciones como las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad de Alzheimer o el cáncer
- el dolor crónico
- efectos secundarios de los medicamentos
- pérdidas como las relaciones, la independencia, el trabajo y los ingresos, la autoestima, la movilidad y la flexibilidad
- aislamiento social o soledad
- cambios significativos en las condiciones de vida, como pasar de vivir de forma independiente a un entorno asistencial
- el ingreso en el hospital
- aniversarios particulares y los recuerdos que evocan
- Tratamiento de la depresión
Los distintos tipos de depresión requieren diferentes tipos de tratamiento, que pueden incluir
- cambios en el estilo de vida (como la dieta, el ejercicio físico y los apoyos sociales) para prevenir y tratar los síntomas de la depresión
- tratamientos psicológicos
- tratamientos médicos para la depresión moderada o grave
La realidad es que es poco probable que la depresión desaparezca por sí sola. De hecho, si se ignora y no se trata, la depresión puede durar meses, a veces años y puede tener muchos efectos negativos en la vida de una persona.
La buena noticia es que hay una serie de tratamientos, profesionales sanitarios y servicios disponibles para apoyar a las personas con depresión. También hay muchas cosas que las personas con depresión pueden hacer para apoyarse a sí mismas.
Tratamientos médicos para tipos de depresión en el Adulto Mayor
Si el adulto mayor sufre una depresión de tipo moderada a grave, su médico puede recetarle medicamentos antidepresivos, además de tratamientos psicológicos.
Los antidepresivos se recetan a veces cuando otros tratamientos no han tenido éxito o cuando los tratamientos psicológicos no son posibles debido a la gravedad de la enfermedad o a la falta de acceso al tratamiento.
Tratamientos psicológicos para la depresión en el Adulto Mayor
Hay muchas variantes de terapias psicológicas que han resultado eficaces para diferentes tipos de depresión en el adulto mayor. Entre ellas se encuentran terapias como la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia sistémica.
La TCC ayuda a las personas con depresión a identificar y cambiar los patrones negativos de pensamiento y a mejorar sus habilidades de afrontamiento, de modo que estén mejor equipadas para lidiar con el estrés y los conflictos de la vida.
La psicoterapia no sólo pueden ayudar a la persona a recuperarse, sino también a evitar que la depresión vuelva a aparecer. Los tratamientos psicológicos pueden llevarse a cabo de forma individual con un profesional, en grupos o incluso en línea.