En este artículo de Psicología On The Go te traemos Diez Cosas por las que No Hay que Pedir Perdón en la vida.
Hay muchas ocasiones en las que disculparse diciendo “lo siento” o “perdón” tiene mucho sentido y parece lo más apropiado.
Pero también están esos momentos en los que nos disculpamos y analizamos en exceso.
Nos sometemos a sentir pena por cosas por las que no precisamos realmente disculparnos.
Por eso es muy importante aprender cuándo debemos pedir perdón o disculparnos y cuándo no.
La Culpa, la Rumiación y Pedir Perdón
A veces la culpa nos lleva a la rumiación de pensamiento, y esta última a pedir perdón innecesariamente.
Por eso pensamos que sería bueno un apartado así en nuestra sección de consejos psicológicos.
Se le llama “rumiación” a pensar excesivamente en algo monotemático. Esto nos mantiene en un estado de estrés constante, puede generarnos ansiedad e incapacidad para enfocar nuestra atención en el aquí y ahora.
La rumiación producto de la culpa nos puede llevar a desarrollar en nuestra mente escenarios alternativos a la realidad que ya vivimos.
En dichos escenarios nos imaginamos corrigiendo nuestras actitudes para crear así un resultado imaginario mejor que el que efectivamente sucedió.
Al estar pensando tanto en esto es común que respondamos haciéndonos responsables de cosas que no produjimos realmente nosotros, o que ni siquiera incomodaron o generaron molestia a los demás. (Te recomendamos que leas nuestro artículo Terapia para subir el Autoestima, ¿Qué es?).
Sin embargo pedimos perdón sin miramientos y aún sobre lo mismo, en repetidas ocasiones.
No debes Pedir Perdón cuando…
“No debes pedir perdón por marcar y mantener límites.”
Los límites en las relaciones, tanto del trabajo como de la familia o la pareja, incluso las amistades, son saludables.
A veces el otro no sabe ni siquiera que algo que hace nos afecta.
Es nuestro deber ser responsables de nuestros vínculos y pautarlos para que crezcan fuertes y sinceros, o bien se terminen y no nos generen daño innecesario.
“No debes pedir perdón por superar ciertas personas, lugares o cosas con las que antes conectabas.”
A lo largo de la vida pasamos por diferentes etapas vitales: la niñez, la adolescencia, la juventud, etc.
No debemos sentir culpa por dejar atrás aquellas cosas que detienen nuestro crecimiento.
“No debes pedir perdón por cambiar de parecer.”
Las personas cambiamos y vamos modificando nuestros gustos y hábitos.
Además no siempre respondemos evaluando una situación por completo, debemos darnos tiempo para pensar las grandes decisiones de la vida.
Si nos damos cuenta de algo que nos molesta o no nos conviene luego de haber pactado otra cosa, siempre se puede hablar.
Nada está escrito en fuego.
“No debes pedir perdón por abrazar el cambio.”
Los seres humanos evolucionamos y vivimos en un cambio constante.
No entender esto es estancarse y sabemos que “agua que no corre se estanca y pudre”.
“Vivir” es también estar abiertos a todas las posibilidades de cambio que se nos aparecen.
“No debes pedir perdón por disfrutar del viaje personal.”
Aprender a disfrutar de nuestro viaje personal es una de las cosas más bellas que nos puede pasar.
Ser curiosos en la vida y estar expectantes de qué encontraremos detrás de cada curva en nuestro camino es una de las formas de vivir plenamente en el aquí & ahora.
“No debes pedir perdón por tomarte el tiempo y el espacio para sanar.”
A veces nos sentimos culpables por pedir un espacio para “lamer nuestras heridas”.
Es muy importante entender que no siempre es fácil transitar un proceso de sanación cuando quien nos hirió está a nuestro lado.
La idea es comenzar a priorizarnos por sobre los demás, especialmente cuando estamos heridos, para poder mejorar como persona.
Si estás atravesando por una situación que te genera culpa o la necesidad de desahogarte y conversar con alguien. Te invitamos a que te contactes con nuestro equipo de psicólogos online.
“No debes pedir perdón por elevarte a tu verdadero potencial.”
Muchas veces nos sentimos culpables por ganar o mejorar por sobre otros.
El camino del crecimiento personal puede ser solitario por momentos, pero debemos entender que es mejor así.
No debemos sentirnos culpables por esto, ya que llegar a un nuevo nivel de perfección o crecimiento nos permitirá ayudar a otros mejor o más eficientemente.
“No debes pedir perdón por decidir priorizar tu salud mental”
Cuando sentimos que algo nos está haciendo mal sistemáticamente, y no podemos huir, es hora de priorizar nuestra salud mental y tomar las decisiones acertadas.
Un cambio hacia un espacio más saludable mentalmente, puede ser la posibilidad de dejar atrás sentimientos de culpa e insatisfacción sobre nuestras vidas.
No se pide permiso para ser felíz.
“No debes pedir perdón por darte a vos mism@ el amor que das a otros tan libremente.”
Si siempre fuiste alguien que ayudó a su círculo, incluso a desconocidos, ¿Por qué no podrías ayudarte a ti mismo?
A veces estamos tan acostumbrados a vivir para los demás que no nos damos cuenta por el abandono que estamos pasando.
Es muy importante comenzar a amarnos a nosotros mismos, sin que esto nos despierte culpa.
Recuerda: debemos estar bien nosotros primero para poder cuidar/ayudar a los demás.
“No debes pedir perdón por tomarte un tiempo para procesar cómo te sientes.”
Cuántas veces nos hemos sentido presionados para dar una respuesta a alguien sobre algo.
Este constante “¿Estás enojad@?” luego de que alguien nos lastimó.
Es muy importante saber retirarse de una escena y refugiarse en un lugar que nos inpire seguridad para procesar cómo nos sentimos.
Parar de Pedir Perdón por lo que Nos Hace Bien
Si sentimos que para ser felices precisamos realizar un cambio en nuestras vidas, y este cambio afecta a alguien, debemos luchar para conseguirlo.
Generalmente, solemos retardar tomar decisiones que nos llevaran a percibirnos más felices por miedo a incomodar o generar molestias a quienes afectan.
Lo cierto es que nadie cargará nuestras penas por nosotros.
Así que si lo sentimos, por más que le implique al otro una pérdida o dolor, debemos actuar sin culpa y ser egoístas en conseguir lo que nos hace bien.
Pedir perdón por Culpa o Ansiedad
Pedir perdón constantemente, no es saludable.
Por lo general, esto tiene que ver más con la ansiedad que con el remordimiento real, y cuanto más lo hacemos, más socavamos nuestra autoestima.
A veces solo tienes que hacer lo que tienes que hacer para proteger tu salud mental y sentirte lo mejor posible; y no hay vergüenza en eso!
Visita nuestro Instagram para saber más y pídenos una primera consulta sin cargo!